miércoles, 31 de diciembre de 2008

Sepultura

Quizás
en otro tiempo,
hubiera exhumado
dos cuerpos incompletos,
y escondiéndome de todos,
a toda prisa,
hubiera sepultado bajo la cama,
dos ojos abiertos
cansados de hacer tiempo.

Dos memorias a distancia,
dos osamentas,
llevan a duras penas,
un crucifico
y las oraciones innecesarias
de un sacerdote.

Tres ardillas comen sus dedos
y tal vez cuatro cuervos,
consumen,
con hambre,
sus ojos,
y los árboles se rinden
ante un monumento de concreto.

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