De la boca del poema,
resurgen metáforas escritas con su aliento,
señalan que no tiene hijos bastardos,
que los fragmentos de la oscuridad
son rompecabezas de perturbación y hechizo,
que es la pausa entre la cordura y la esquizofrenia,
que no es fuego realzándose frente a un espejo,
que su abdomen es el árbol donde descansan las estaciones,
que en su corazón se forman parejas con su llanto,
que sus ojos lloran lágrimas de otros y descubren sus secretos,
que sus pies esconden los puntos cardinales para engañar a las palomas,
que su muerte se va agrandando hasta borrarse en la memoria del poeta.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Ecelente poema Addictus, Felicidades!
Me encantó la forma como describes esa acatrsis que los poetas tienen.
excelente, es lo que quise decir... leo tus poemas, los últimos y me agradan, me gustaron todos. un abrazo amigo
Publicar un comentario